Es el tiempo que ha pasado y el que pasará, el que te cuidaba y ahora te quiere odiar. Son los años que han calmado el sentimiento, los años que han pasado y se acumulan, los que quieren recordarnos las promesas y que pueden demostrar los cambios. Es la pobreza del no saber, lo duro de no quererlo entender, no poder olvidar y no querer borrar. Sé que las cosas han cambiado y ahora no se bien si debo odiar ni sé bien si debo amar. Tantas veces se ha planteado… Restos de miseria para olvidar y algunas glorias que recordar. Sabemos y sé que el tiempo pasa pero hay algo que nunca cambia, el ánsia de unidad y lealtad, la codicia que no dejaremos marchar. Y así hasta el final del camino seguiremos en ciernes de pericia, aspirando torcer el destino y seguir nuestro camino. Por los buenos tiempos pasados y por los buenos tiempos que vendrán